¿Recuerdas la historia de Cenicienta, Blancanieves y los Siete Enanitos, Alicia en el País de las Maravillas o Pinocho?


Estos cuentos populares perduran en el tiempo desde tiempos inmemoriales y han sido repetidos en casi todas las culturas, por casi todos los padres a sus pequeños. Han sido transmitidos de generaciones en generaciones, para entretener y también con fines didácticos.


Tal vez nunca nos paremos a pensar en ello, pero todas las anécdotas que estos cuentos recogen, nos condicionan de una manera un otra, enseñándonos valores positivos y negativos, aceptados y no aceptados, y son parte del bagaje emocional de la población, incluso inconscientemente.


Desde pequeños, muchas de nuestras acciones son guiadas por los actos que percibimos a través de estos cuentos.


Y la publicidad, la música, el cine, es decir, el arte en general, ha hecho de estas historias fantasiosas un recurso muy popular para darnos a entender ciertos aspectos sobre el producto que se quiere vender, una sensación que se quiere transmitir o servicios que se quieren prestar a los clientes.


A continuación podemos ver una muestra de estos recursos en la publicidad, moda, música y arte actuales:



(Rapunzel anunciando batidos de chocolate)




(Peter Pan, Wendy y Campanilla)




(La niña de las Cerillas anunciando la bebida Campari)




(Cenicienta en fotografía de moda para Vogue)




(Cenicienta como imagen de Melissa, una marca de zapatos)







(Cenicienta y Blancanieves en un anuncio de batidos de chocolate)




(Blancanieves en fotografía de la revista Vogue)




(Blancanieves para All-Bran)



(Caperucita Roja para fotografía de moda en la revista Vogue)


(David Beckam como Príncipe Philip en Bella Durmiente)