LOS CUENTOS DE HADAS. LA OTRA FACETA


Bruno Bettelheim, es un célebre psicólogo infantil que se interesó por la influencia que podían ejercer los cuentos de hadas en los niños y llegó a la conclusión de que tienen una extraordinaria importancia para la formación moral e intelectual de los niños. Por ello en su libro: "Psicoanálisis de los cuentos de hadas" analizó desde un punto de vista psicoanalítico el papel que desempeñan los cuentos en nuestras vidas, así como los valores que se transmiten y que siguen muy latentes en la sociedad actual.


Entre los distintos cuentos analizados se encuentran: La Bella Durmiente, Caperucita, o La Cenicienta entre otros.



Caperucita Roja

Cabe decir que es un cuento bastante violento, puesto que un cuento para niños en el que aparecen animales salvajes que asesinan a personas y disparos (no es algo políticamente correcto), pero si esto está envuelto con una capa de dulzura y de magia pasa a ser algo positivo.


El cuento ayuda al niño a entender que el mundo no es fácil, pero aun así se debe enfrentar a él.


También advierte que si uno se deja llevar por el placer, acabará por encontrarse con las consecuencias. Es decir, está advirtiendo al niño desde pequeño, que si sigue sus impulsos desobedeciendo así a la autoridad, en este caso los padres, tendrá un castigo como consecuencia o un desengaño que aparece en el cuento representado por el lobo.



La Cenicienta

Este cuento muestra como la protagonista, Cenicienta, no recibe ninguna gratificación, cada vez se le exige más y más, por lo que el niño lo plasmará en su propio conflicto aunque la posición con sus hermanos no parezca dar motivo para ello. Es decir, el niño se identificará en el cuento y aunque no sea cierto, se sentirá como una victima ante sus hermanos.


Se premian y muestran otros sentimientos, tales como la humildad y la sinceridad, para que de este modo, el niño asocie un premio, en este caso un final feliz, a estas características.



Todos estos cuentos tienen algo en común y muy importante: son contados a todos los niños cuando son pequeños, quedando así grabados en su mente y afectando a la vida social de por vida.


Esto se refleja en los distintos sexos:
En el caso de las mujeres, debido a los cuentos hemos creído durante nuestra infancia y adolescencia, e incluso en la madurez, que estamos predestinadas a tener un “príncipe azul” que nos ame y defienda de todos los peligros.


Esto ha dado lugar a que la mujer haya quedado relegada a la sombra del hombre, y que dependa de él para llevar a cabo todo en su vida cotidiana durante muchos años a lo largo de la historia.


Otro aspecto que afecta tanto a hombres como a mujeres es el canon de belleza que se impone en los cuentos y que se refleja en príncipes y en princesas: todos son altos, guapos, delgados…. Ya desde niños se nos da una imagen de lo bello(los príncipes y princesas que equivalen a lo bueno)y de lo feo(representado por los ogros, las madrastras y los monstruos que va asociado a lo malo) , implantando este canon de belleza en nuestras estructuras mentales de por vida.


Y finalmente,en el caso de los hombres, se les ha impuesto una serie de valores: fuerza, valentía, iniciativa…, lo que da lugar a que se ponga en duda su hombría en caso de no cumplir dichas características o al contrario, que se trate de masculinas a las mujeres que poseen estos atributos. Siempre recordando que esta puesta en duda de la hombría o la feminidad iba asociado a la sexualidad del individuo.